Resumen

El té en sí no caduca en el sentido estricto de la palabra, ya que no se descompone de la misma forma que otros alimentos perecederos. Sin embargo, con el tiempo, el té pierde su frescura, sabor y propiedades aromáticas. Este "envejecimiento" depende de varios factores, incluyendo el tipo de té, las condiciones de almacenamiento y el tiempo que ha pasado desde su cosecha.

La mayoría de los tés, como el verde, el blanco, el negro y el oolong, mantienen su calidad y sabor óptimos durante 1 a 2 años si se almacenan correctamente. Sin embargo, algunos tipos de té, como el pu-erh, son conocidos por mejorar su sabor con la edad, debido a un proceso de fermentación controlada. Estos tés suelen considerarse "vivos" y se vuelven más complejos con el tiempo, similar al vino.

CÓMO CONSERVAR EL TÉ
Para preservar su frescura, es fundamental almacenar el té en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos de la humedad, la luz y los olores fuertes. Los envases herméticos son ideales, ya que el té es muy sensible a factores externos que pueden afectar su sabor y calidad.

Si bien el té en hebras pierde parte de su intensidad después de varios años, en la mayoría de los casos sigue siendo seguro de consumir, aunque con una experiencia de sabor menos vibrante. Por eso, se recomienda siempre observar, oler y probar el té antes de consumirlo si ha estado almacenado por mucho tiempo, para asegurar que aún ofrezca una experiencia agradable y no haya absorbido olores o humedad del ambiente.

LOS BLENDS DE TÉ
En general los tés que llevan otros ingredientes como frutas, flores o hierbas, sí pueden durar 1 o 2 años, de acuerdo a qué lleve. Algunos pueden desarrollar micro organismos con el tiempo, así que debes observar bien cada uno.